viernes, 29 de marzo de 2013

24 PROVA QUE VALENCIÀ I CATALÀ SON DISTINTS

PRUEBA Nº 24. La sociedad mozárabe habla valenciano.


LA SOCIEDAD MOZÁRABE CRISTIANA BAJO EL ISLAM HABLABA LA LENGUA VALENCIANA ANTES DE LA LLEGADA DE JAIME I.

¿Cuántas veces hemos oído decir que los valencianos hablamos catalán porque en 1238, cuando Jaime I conquistó el Reino moro de Valencia nos trajo el catalán a través de sus huestes catalanas que colonizaron nuestro territorio?

Resulta imprescindible retener el dato de que en el Reino de Valencia se hablaba lengua valenciana antes de la llegada de Jaime I en 1238 gracias a los cristianos bajo dominio musulmán que en número de 60.000 vivían en nuestro territorio. A la llegada de Jaime I la sociedad valenciana la componían 120.000  valencianos árabes, 60.000 mozárabes (cristianos) y 2.000 judíos. Los mozárabes valencianos fueron los que mantuvieron, a  lo largo de los 5 siglos de poder musulmán, todas sus tradiciones cristianas, su religión y la lengua propia que era el “romanç valencià” que empezó a cuajar como tal a finales del siglo IX.  A ello hay que añadir que la invasión almohade de Al-Ándalus a partir de mediados del siglo XII no extinguió de ninguna manera la población cristiana valenciana, como sostiene el catalanismo para fundamentar la pérdida total de la lengua valenciana.

El Historiador Aguado Blaye  afirma que: “Los mozárabes emplearon el latín en sus libros y escritos; pero en el uso diario hablaban una lengua romance que no se escribía pero que era de uso general en los siglos IX y X”.
Dice J. Ribera que: "Hay un hecho que salta a la vista. Cuando las huestes del Rey D. Jaime llegan a Valencia, se nota un fenómeno que sorprende algo: una gran parte de los nombres geográficos de los poblados de la huerta de Valencia son latinos, mejor dicho, romances...”.

También los musulmanes valencianos emplearon en su vida familiar la lengua romance, antes de la conquista del rey D. Jaime.  J. Ribera  confirma que puesto que conquistada y dominada por los árabes nuestra tierra, "Se habló durante los varios siglos de su dominación por los propios muslimes un dialecto romance. Se sabe de modo indudable que en la región de Valencia se habló ese romance, del que quedan huellas no sólo en libros arábigos, sino también en la nomenclatura geográfica de la región. Para explicarse bien esa nomenclatura hace falta conocer el latín vulgar valenciano que usaron los moros".

El 'romance valenciano' se seguía hablando en el siglo XII, lo mismo que a lo largo de todo el XIII, como testimonian los relativamente abundantes documentos que todavía se conservan...

El profesor y catedrático Mourelle de Lema, estima que siendo importante la teoría del Repartiment, no hay que centrarse sólo en él para demostrar que los catalanes no pudieron imponer su lengua, pues hay más de 14.000 documentos en archivos de la Corona de Aragón, todos ellos referidos al reinado de Jaime I, que seguro aportaran mucha luz al romance valenciano, como por ejemplo la Colección Diplomática de Jaime I, años 1217 a 1253. Mourelle de Lema subraya que cuando Jaime I se dirigía a los catalanes lo hacía en un romance provenzal y cuando hablaba o escribía a los valencianos lo hacía en romance valenciano.

En Valencia y Murcia Muhammad ibn Mardanis, más conocido como el Rey Lobo (1147-1172), se hizo pronto con el poder y consiguió resistir el empuje de los almohades hasta un año antes de su muerte (1171).
Según el Catedratico y Profesor Reinhart Dozy, “el Rey Lobo, Ibn-Mardanis, no desmentía su origen cristiano, sino que gustaba vestirse como los cristianos, sus vecinos; usaba las mismas armas, aparejaba los caballos del mismo modo y gustaba hablar y escribir su lengua, y fue nombrado en 1147 Rey de Valencia”. Existe documentación de este monarca en la Universidad del Cairo escrita en romance valenciano.

Su nombre completo era Abu ‘Abd Allah Muhammad b. Sa’d b. Mardanish. Su papel como monarca musulmán de Murcia y Valencia fue trascendente frente al intenso avance de los almohades en la Península e incluso entre los diferentes reinos cristianos.
Abu ‘Abd Allah Muhammad b. Sa’d b. Mardanish nació en Peñíscola entre los años 518-519/1124-1125. Según los estudios realizados por Dozy que posteriormente recoge Codera y Zaidín en su obra, procedía de una familia de origen hispano y cristiano que se convirtió con el tiempo al islamismo. Quizá esta circunstancia explique algunos de sus comportamientos. Vestía igual que los cristianos, portaba las mismas armas, e incluso su política estaba vinculada a los reyes cristianos, pagando un tributo anual a cambio de su protección. Este aspecto posee una gran relevancia dentro del ámbito andalusí, ya que, como señala Viguera Molins “(…) ejemplifica una tercera opción en el panorama andalusí: la del vasallaje a distancia de los cristianos, con alguna dependencia tributaria con éstos, pero conservando la autonomía política (que será la fórmula aplicada luego con éxito por el reino nazarí de Granada) (…)”.

Estamos, pues, a 50 años de la llegada de Jaime I y la presencia cristiana no sólo era determinante a nivel poblacional sino que, incluso, marcó la personalidad de su soberano el Rey Lobo que manteniendo muchas de sus tradiciones originales cristianas pese a su neoarabismo, hablaba lengua valenciana y mantenía un equilibrio social y religioso entre las diferentes creencias del reino moro valenciano.

Precisamente, el arzobispo D. Rodrigo Jiménez de Rada, en su obra Historia Arabum alude a las intervenciones que realizaban en territorio musulmán el “rey Lobo” en defensa de los cristianos y contra la presión almohade: “(…) Erat autem inter Vandalos cismarinos uir prudentia preditus, liberalis, strenuus et benignus qui Mahomat Abençahat et rex Lupus postea fuit dictus. Hic optinuit regnum Valentie et regnum Murcie et que ad ea confi na pertinebant, Lorcam Vastam et Guadiex et loca plurima circa ista. Christiani eciam plurima ocupaban donecuinientes Almohades ab Affrica et Vandalia Almorauides extirparunt. Set quia de aduentu forum in Historia Gótica fuimos prosecuti, hic noluimus iterare”.

Otro dato que muestra que el cristianismo no sólo pervivió bajo el imperio musulmán sino que tenía una gran fuerza social con todas sus tradiciones y creencias nos la da el Papa Alexandre III que  le enviaría al Rey Lobo dos cartas para agradecerle el especial trato de favor que dispensaba a los cristianos mozárabes en sus territorios en 1167 (71 año antes de la conquista de Valencia) "cultores et iedeles Chistiquadam speciali praerogativa diligis et honar et eis familiaritalis gratiam nosceris non modicam exhibere".

Así pues, resultan del todo falsas las teorías catalanistas que fundamentan en la perdida de la sociedad cristiana la desaparición del romance valenciano antiguo, lo primero porque la vitalidad del cristianismo bajo el islam en Valencia está totalmente documentado, como hemos visto. Pero no sólo fueron los 60.000 mozárabes los que hablaban el “Romanç Valencià” sino que los 2.000 judíos y gran parte de la sociedad árabe, su aristocracia y soberanos, también compatibilizaban el uso de la lengua valenciana con el árabe lo que hacía que los poetas moros lo incorporaran siglos antes de la llegada de Jaime I a sus poemas y canciones, como es el ejemplo de la Jarchas valencianas que, pese a estar escritas en árabe, remataban sus estrofas finales (Moaxahas) en romance valenciano.

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